Ayer, 8 de julio de 2009, se reunieron miembros del G8 en una cumbre, en Italia. Vemos muy importante hacerles saber sobre esta reunión ya que dentro del G8, hay cuatro miembros de nuestra unión. El G8 lo conforman Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Japón, Rusia y Estados Unidos, de los cuales los cuatro primeros forman parte de la Unión Europea.
Los ochos países más industrializados del mundo coincidieron en que el estado de la economía global es demasiado endeble, amenazada por una recaída y con fuertes riesgos de explosión social, como para empezar a retirar los planes por el momento.
En el plano ambiental, la cumbre avanzó en acuerdos de países industrializados para reducir los gases de efecto invernadero, pero se vio contrariada por el bloqueo de las potencias emergentes para reducir a la mitad este tipo de emisiones antes de 2050.
El encuentro también incluyó una seria advertencia a Irán para que recoja el guante de diálogo sobre su programa nuclear. El G8 está decidido a lograr una "solución diplomática" sobre la cuestión iraní, indica la declaración final de la cumbre.
Los líderes del G8, reunidos el miércoles en L'Aquila, ciudad italiana, también discutieron el cambio climático y problemas de seguridad mundial, desde Irán hasta Corea del Norte.
El anfitrión del encuentro, el premier italiano Silvio Berlusconi, recibió a los mandatarios, muchos de los cuales forman parte de nuestra unión.
Con respecto al plano económico, los mandatarios del llamado G8 dijeron que advierten algunas señales de estabilización, pero siguen destacando las arduas perspectivas en lugar de los temores por la deuda y el gasto en la declaración final sobre la economía mundial.
"La situación económica sigue siendo incierta y persisten riesgos significativos para la estabilidad económica y financiera", dice la declaración de los miembros reunidos en la cumbre. Además "los efectos de la crisis económica en los mercados laborales pueden poner en peligro la estabilidad social", subrayan.
Desde el inicio de la crisis, más de 100 millones de personas incrementaron el ejército de los hambrientos en el mundo, que por primera vez suman más de mil millones, según datos de la ONU.
Los mandatarios se comprometieron a elaborar, con ayuda del FMI, estrategias salida de la "acción concertada sin precedentes" que se necesita para estimular el crecimiento por medio del gasto oficial, las bajas tasas de interés y la expansión monetaria.
En el plano ambiental, la cumbre avanzó en acuerdos de países industrializados para reducir los gases de efecto invernadero, pero se vio contrariada por el bloqueo de las potencias emergentes para reducir a la mitad este tipo de emisiones antes de 2050.
El encuentro también incluyó una seria advertencia a Irán para que recoja el guante de diálogo sobre su programa nuclear. El G8 está decidido a lograr una "solución diplomática" sobre la cuestión iraní, indica la declaración final de la cumbre.
Los líderes del G8, reunidos el miércoles en L'Aquila, ciudad italiana, también discutieron el cambio climático y problemas de seguridad mundial, desde Irán hasta Corea del Norte.
El anfitrión del encuentro, el premier italiano Silvio Berlusconi, recibió a los mandatarios, muchos de los cuales forman parte de nuestra unión.
Con respecto al plano económico, los mandatarios del llamado G8 dijeron que advierten algunas señales de estabilización, pero siguen destacando las arduas perspectivas en lugar de los temores por la deuda y el gasto en la declaración final sobre la economía mundial.
"La situación económica sigue siendo incierta y persisten riesgos significativos para la estabilidad económica y financiera", dice la declaración de los miembros reunidos en la cumbre. Además "los efectos de la crisis económica en los mercados laborales pueden poner en peligro la estabilidad social", subrayan.
Desde el inicio de la crisis, más de 100 millones de personas incrementaron el ejército de los hambrientos en el mundo, que por primera vez suman más de mil millones, según datos de la ONU.
Los mandatarios se comprometieron a elaborar, con ayuda del FMI, estrategias salida de la "acción concertada sin precedentes" que se necesita para estimular el crecimiento por medio del gasto oficial, las bajas tasas de interés y la expansión monetaria.
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